Visita oficial de Merkel a Portugal para defender un rigor poco popular

La canciller alemana, Angela Merkel, acordó este lunes un respaldo sin defectos a los esfuerzos del gobierno portugués de centroderecha para sanear las cuentas del país en momentos en que su política de rigor genera un creciente malestar social.

La canciller alemana, Angela Merkel, acordó este lunes un respaldo sin defectos a los esfuerzos del gobierno portugués de centroderecha para sanear las cuentas del país en momentos en que su política de rigor genera un creciente malestar social.

Portugal, que beneficia desde mayo de 2011 de un plan de rescate internacional de 78.000 millones de euros, debe aplicar un riguroso programa de reformas y ajustes.

"El programa es aplicado por Portugal de manera excelente. Es una gran proeza", declaró Merkel en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho.

Pero cuando las medidas de austeridad son cada vez menos aceptadas por los portugueses, Merkel, considerada como un símbolo del rigor fiscal, fue recibida con abucheos cuando arribaba a la presidencia para reunirse con el presidente Anibal Cavaco Silva antes de su encuentro con Passos Coelho.

"Portugal no es el país de Merkel", "Merkel, nazi, fuera", "Quiere matar a los portugueses, quiere la supremacía en Europa", "Una Alemania europea sí, una Europa alemana no", se podía leer en los carteles agitados por los manifestantes.

El principal sindicato portugués, la CGTP, organizó por su lado un desfile "en defensa de la soberanía nacional" en oposición a Merkel, percibida como que impone sus puntos de vista al gobierno portugués.

"Los que se manifiestan en Portugal, como en otros países, diabolizando algunas posiciones, no tienen un respaldo generalizado, ni incluso significativo", dijo Passos Coelho, minimizando la importancia de las protestas.

"Sé que mi visita se produce en momentos en que los portugueses resienten el impacto de las medidas de ajuste", reconoció Merkel, agregando que su país "continuará dando muestras de solidaridad".

La visita de unas horas de la canciller alemana coincidió con el comienzo de una nueva evaluación por la troika (Unión Europea-Fondo Monetario Internacional-Banco Central Europea) de las reformas adoptadas por el gobierno portugués. Esta evaluación, si es positiva, desbloqueará una nueva partida, de 2.500 millones de euros, del rescate financiero.

"Estoy convencida de que el próximo tramo de la ayuda será girado", subrayó Merkel.

Después de su última visita, la 'troika' flexibilizó los objetivos fiscales de Portugal, que tiene dificultades para enderezar las finanzas públicas, lastradas por una recesión económica agravada y una tasa de desempleo récord.

"La situación es difícil, pero el camino es claro", dijo la canciller alemana en una alocución durante un foro económico en el que participaban empresarios alemanes y portugueses. El gobierno portugués tomó "medidas importantes y valientes", dijo agregando que "la industria alemana está del lado de la economía portuguesa.

Por su parte, el primer ministro portugués que, como Merkel, es un ferviente partidario del rigor fiscal, reafirmó su voluntad de llevar adelante su programa de austeridad, que prevé para 2013 un alza generalizada de los impuestos.

"Tergiversar nuestro programa, dudar de nuestra capacidad para respetarlo sería rendir un mal servicio a los portugueses y a Europa", dijo Passos Coelho.

Su gobierno adoptó recientemente un proyecto de presupuesto para 2013 marcado por una nueva alza generalizada de impuestos. A ella se suma el anunció del jefe de gobierno de recortar 4.000 millones de euros adicionales en los gastos públicos para finales de 2014.

La oposición socialista, cofirmante de los compromisos tomados por Portugal frente a sus acreedores, se desmarcó no obstante de este nuevo tren de medidas de rigor y acusó al gobierno de alinearse ciegamente a las posiciones alemanas.

"La estrategia a todo precio destruye la economía sin siquiera alcanzar sus objetivos fiscales", subrayó el jefe del Partido Socialista, Antonio José Seguro, en una tribuna publicada este lunes.

En las calles, las protestas contra los recortes aumentan constantemente, con importantes manifestaciones de policías y luego militares los últimos días.

El miércoles, la jornada europea contra la austeridad estará marcada en Portugal por una huelga general convocada por la CGTP.

Este lunes, la agencia de calificación financiera Fitch Ratings confirmó la nota de Portugal de 'BB+', la más alta en su clasificación para los emisores considerados como de riesgo, y la conserva en perspectiva negativa.

La agencia justificó su confirmación por los progresos logrados por el país para aplicar el programa de ajustes reclamados por la Unión Europea y el FMI.