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Francia reducirá cargas patronales para fomentar la competitividad

Ayrault intervenía en un seminario del Gobienro sobre competitividad, en el que anunció que se reducirán las cargas que pagan las empresas, subiendo el IVA y bajando el gasto público, precisamente para aumentar esa competitividad.

El Gobierno francés anunció este martes que reducirá en 20.000 millones de euros las cargas que pagan las empresas y para compensarlo aumentará el IVA y recortará el gasto público.

La reducción se aplicará en 2014 sobre los resultados de 2013.

El recorte durará tres años y se traducirá concretamente en una rebaja de las cotizaciones patronales sobre los salarios de hasta 2,5 veces el sueldo mínimo. La medida es "masiva y sin precedentes", dijo el primer ministro, el socialista Jean-Marc Ayrault, a la prensa.

Para financiar la consiguientes pérdidas de ingresos fiscales, el gasto público se reducirán otros 10.000 millones de euros en 2014 y 2015, según Ayrault, que el lunes recibió del expresidente de EADS Louis Gallois un informe con una serie de medidas para incentivar la competitividad.

Otra fuente de financiación provendrá de aumentos del IVA y de una nueva tasas ecológicas, precisó Jean-Marc Ayrault tras un seminario gubernamental sobre competividad.

Concretamente, el Gobierno prevé un alza del tipo principal y del tipo intermedio de IVA, y una bajada del tipo reducido a los alimentos y la energía a partir del 1 de enero de 2014.

Así, el tipo reducido pasará de 5,5% a 5%, el intermedio de 7% a 10% y el principal de 19,6% a 20%.

De forma complementaria, el Ejecutivo socialista aplicará a partir de 2016 una "nueva tasa ecológica" de un monto de "al menos 3.000 millones de euros", según un documento transmitido por la oficina del primer ministro.

"Francia debe comprometerse con un esfuerzo nacional de reformas estructurales para lograr ahorros duraderos, al tiempo que moderniza sus servicios públicos en el interés de los franceses", destacó Jean-Marc Ayrault.

Según el mandatario, estas medidas, que se materializarán en una serie de proyectos de ley en 2013, retoman la "casi totalidad" de las propuestas del informe Gallois.

La medida más llamativa del documento era la propuesta de reducir en 30.000 millones de euros los costes laborales durante los próximos años, rebajando en 20.000 millones las cargas patronales y en 10.000 millones las contribuciones salariales.

El propio Gallois, nombrado Comisario de Inversiones, reaccionó este martes diciendo que "el gobierno se ha dado cuenta del problema" de la competitividad en Francia.

El ex directivo industrial declaró a la AFP que la reducción de impuestos a las empresas es "al menos tan favorable, sino más" que la rebaja de cargas patronales que propuso en su informe entregado el lunes.

Gallois presentó sus 22 iniciativas en un contexto de caída continua de la parte de Francia en el mercado mundial, que pasó del 6,3% de 1990 a 3,3% en 2011.

El primer ministro francés anunció también la pronta creación de un fondo dotado con 500 millones de euros para ayudar a las pequeñas y medianas empresas con "dificultades de tesorería".

Además, se simplificarán las gestiones administrativas para las empresas.

Además, Jean-Marc Ayrault anunció que se presentará en el consejo de ministros del 19 de diciembre un proyecto de reforma bancaria.

Durante su campaña electoral, el presidente francés, François Hollande, había prometido separar las actividades de los bancos "que son útiles para la inversión y el empleo" de "sus operaciones especulativas".

Igualmente, Ayrault fijó un objetivo de 500.000 contratos de aprendizaje para que los jóvenes puedan acceder a "formaciones orientadas al empleo". Actualmente hay entre 420.000 y 430.000 estudiantes con ese estatuto, según las estimaciones.

Las reacciones a los anuncios no tardaron en llegar.

El sindicato de la restauración Synhorcat, el segundo mayor del sector, dijo que el aumento en tres puntos del IVA intermedio, de 7% a 10%, es una decisión "brutal" que sacrificará "un número muy importante de empleos".

Fustigando el mismo incremento, las federaciones del sector inmobiliario aseguraron que se perderán "al menos 20.000 empleos" en la construcción.