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La eurozona presiona a Chipre para una auditoría sobre blanqueo de dinero

El ministro holandés de Economía, Jeroen Dijsselbloem, presidía por primera vez el Eurogrupo, en una reunión donde se afinaba el plan de recapitalización directa de la banca, un asunto clave para España.

La zona euro presionó este lunes a Chipre a someterse a una auditoría independiente que evalúe si el país sirve como centro de lavado de dinero, condición 'sine qua non' para decidir si le dará la ayuda financiera, en una reunión marcada por la inquietud sobre la tendencia alcista de la moneda única europea.

"Debemos esperar al informe que será llevado a cabo por una empresa privada" antes de autorizar la ayuda financiera a Chipre, precisó el ministro holandés, Jeroen Dijsselbloem, en la rueda de prensa al final de la reunión de ministros del Eurogrupo, que presidió por primera vez.

"Es la condición 'sine qua non'", añadió.

La tercera economía más pequeña de la zona euro después de Malta y Estonia, de sólo un millón de habitantes, solicitó el año pasado la ayuda financiera de los fondos de rescate europeos para frenar la exposición de su sector financiero a Grecia.

Pero las negociaciones se complicaron debido a las sospechas de que el país pudiera servir como centro para el blanqueo de dinero, lo que las autoridades de Nicosia siempre han negado.

La zona euro había indicado que el rescate no iba a llegar hasta después de mediados de marzo, una vez que haya asumido el nuevo gobierno tras las elecciones de febrero, con el fin de evaluar si el país cumple con la legislación europea sobre blanqueo de dinero, ante los temores de algunos países, sobre todo Alemania, de que los fondos del rescate terminen en las arcas de la mafia rusa.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, fue tajante: "si queremos hablar de un programa (de asistencia), (Chipre) debe hacer mucho más aún en lo que a lavado de dinero respecta".

La isla mediterránea tiene un sector financiero desproporcionadamente grande que opera fuera de costa y que está muy expuesto a su vecina Grecia.

El Gobierno de Nicosia ya negoció con Rusia un préstamo bilateral de 2.500 millones de euros y ha intentando obtener un financiamiento desde Moscú o Pekín, que le evitarían las condiciones que impone Bruselas a cambio de las ayudas.

Según un memorándum divulgado por el periódico Financial Times, los países europeos debatirán una propuesta que prevé imponer quitas en los tenedores de deuda soberana chipriota, además de a los clientes que tengan depósitos no asegurados en los bancos de ese país.

Esto permitiría reducir en dos terceras partes el rescate de Chipre, de cerca de 17.000 a unos 5.500 millones de euros.

Aunque no estaba en la agenda, el ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, aprovechó la cita en Bruselas con sus socios de la zona euro para reanudar el debate sobre una sobrevaloración del euro, exhortando a sus socios a emprender políticas coordinadas que acaben con la especulación en el mercado de divisas y frenen la tendencia alcista de la moneda europea, aduciendo que entre otras cosas eleva el precio de las exportaciones y las hace menos competitivas.

"Hemos debatido el asunto y acordamos un debate más profundo durante el G20", que agrupa a las economías más avanzadas del planeta, durante la reunión el viernes y el sábado, dijo el ministro holandés.

El euro se ha revalorizado considerablemente en los últimos meses a medida que la eurozona parece haber superado sus problemas.

Pero los expertos advierten que la política del Banco Central Europeo (BCE) está dando señales de menor flexibilidad, lo que empuja a la moneda europea al alza.

Una vez más, los ministros europeos intentaron avanzar sobre la recapitalización directa de la banca, decidida en junio del año pasado para romper el "círculo vicioso" entre deuda bancaria y deuda soberana.

Pero desde ese entonces, los avances han sido a cuenta gotas y la propuesta de una inyección de capital directamente al sector financiero ha estado sometida a múltiples interpretaciones.

Los europeos aún no se han puesto de acuerdo en si la recapitalización directa desde el fondo de rescate europeo, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), debe tener efectos retroactivos o no.

El MEDE debería evitar "añadir más presión sobre las cuentas nacionales", dijo el ministro holandés.

Alemania, Holanda y Finlandia quieren que la recapitalización directa empiece en 2014, cuando el BCE asuma la supervisión única de los grandes bancos de la zona euro, sin efectos retroactivos.

En ese caso dejaría fuera a España, que recibió recientemente 41.300 millones de euros de sus socios europeos para sanear su banca.