La Europa del Sur se rebela contra Merkel, de manera injusta según los expertos

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, considerada por los europeos del sur como la responsable de las políticas de austeridad que asfixian a sus países, se ha convertido en el chivo expiatorio de la calle, pero los expertos consideran injustas estas críticas.

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, considerada por los europeos del sur como la responsable de las políticas de austeridad que asfixian a sus países, se ha convertido en el chivo expiatorio de la calle, pero los expertos consideran injustas estas críticas.

Merkel, que acaba de viajar a Grecia y a Portugal, fue recibida con gritos de "¡Merkel fuera!" o "¡Asesina!" por los manifestantes, que también blandieron imágenes de la canciller colgada en la horca.

Esta hostilidad es el testimonio de una "incomprensión", de un "doble rechazo, el de políticas que se consideran 'importadas' y el de medidas consideradas ultraliberales sobre el coste del trabajo y de la reducción del gasto público", explica Claire Demesmay, del Instituto Alemán de Política extranjera en Berlín.

Pero según la analista, "no existe una Europa unida contra Alemania, en Europa del Norte, Merkel no encarna esta estrategia de austeridad sino una Europa razonable, con la esperanza que continúe en esa vía".

Otros expertos consideran que es exagerado considerar a Merkel como la única responsable de las decisiones tomadas colectivamente en Bruselas y votadas luego por los parlamentos nacionales, elegidos democráticamente.

"Si nuestros ciudadanos la toman contra Angela Merkel es porque está en situación de liderazgo pero el funcionamiento de la Unión Europea es muy complejo, no hay una sola persona que decida por todo el mundo. Hay que moderar el discurso", explica Fabio Liberti, del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (Iris) en París.

"Es demasiado fácil considerar a la señora Merkel como la principal responsable de las decisiones colectivas. No creo que las recetas alemanas y la señora Merkel sean responsables de todo", asegura Jean-Dominique Giuliani, presidente de la Fundación Robert Schuman, implantada en la capital francesa en Bruselas.

Merkel es el foco del descontento de la calle pero este rechazo no se confirma democráticamente. "Cada vez que hay movimientos en la calle, nos anuncian resultados electorales antieuropeos y luego son los partidos europeos los que ganan", recuerda.

Miedo a la disolución de Europa

Fabio Liberti también considera "peligroso para el futuro" de un gobierno explicar que hay que reducir el gasto público y aumentar los impuestos "porque Europa lo pide y no porque se cometieron errores en el pasado".

"Das el mensaje que siempre es culpa de otro y no de los errores del pasado", explica Liberti.

Claire Demesmay recuerda también que se considera erróneamente que Alemania quiere tomar las riendas de Europa cuando en realidad "no se siente a gusto" con esta idea.

"Desde que terminó la Segunda Guerra Mundial -- explica esta politóloga- Alemania quiere ser aceptada por los demás países a través de la integración europea. Defiende esta política porque cree en ella pero no quiere ser líder de Europa".

Según Demesmay, Alemania necesita compartir el liderazgo con Francia pero también con los demás estados. "La preocupación de Berlín es tener una Europa que se diluye a causa de una Francia que es demasiado débil", asegura.