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Duro enfrentamiento entre Argentina y otros países desarrollados en la OMC

El litigio comercial que enfrenta a Argentina con la Unión Europea, EEUU y Japón, se endureció en la Organización Mundial del Comercio (OMC) con una querella de Buenos Aires seguida de una demanda de arbitraje presentada por Bruselas, Washington y Tokio.

El litigio comercial que enfrenta a Argentina con la Unión Europea, EEUU y Japón, se endureció en la Organización Mundial del Comercio (OMC) con una querella de Buenos Aires seguida de una demanda de arbitraje presentada por Bruselas, Washington y Tokio.

"La decisión adoptada es el último recurso para terminar con las prácticas discriminatorias de Argentina y para restablecer el libre intercambio", afirmó el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht.

Las restricciones de Argentina alcanzan todas las exportaciones que llegan desde Europa, un volumen de unos 8.300 millones de euro (10.700 millones de dólares) en bienes y servicios en 2011.

El miércoles, Argentina anunció una demanda ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) contra EEUU, la UE y España, a quienes acusa de impedir la entrada de algunos de sus productos.

El jueves, el gobierno de Cristina Kirchner calificó de "intempestivas" las denuncias hechas en su contra. "Argentina lamenta las intempestivas, pero obviamente coordinadas, denuncias hechas contra nuestro país en la OMC", señaló su ministerio de Relaciones Exteriores.

Las presentaciones "son la mejor evidencia de que ante demandas específicas realizadas por nuestro país responden con una acción generalista que busca distraer a la opinión pública en lugar de resolver las barreras comerciales que sufren los productos argentinos", sostiene.

Para el analista Mauricio Claveri, de la consultora abeceb.com, "Argentina tomó la delantera al presentar su querella para evitar quedarse a la defensiva". "Sabía que habría una demanda de arbitraje en la OMC", tras la demanda presentada hace algunos meses por EEUU, la UE y Japón.

Argentina acusa a Washington de obstaculizar el ingreso de limones y carne y a Bruselas y Madrid de bloquear sus exportaciones de biodiésel. La exportación total de carne argentina alcanzó en 2011 731 millones de dólares hacia la UE y la de limones 172 millones. Las ventas de biodiésel al mismo destino alcanzaron 1.900 millones de dólares en 2011.

Por su parte, Bruselas acusa a Buenos Aires de implementar restricciones que "penalizan las exportaciones europeas desde hace más de un año y medio".

Hay un sistema "discrecional" de autorizaciones que afecta de "forma injusta" las exportaciones estadounidenses, dijo por su lado el jueves el representante de comercio exterior estadounidense, Ron Kirk.

Argentina decidió controlar importaciones para preservar su excedente comercial, su única fuente de divisas en ausencia de créditos en los mercados internacionales tras su 'default' de 2001.

Pero el excedente comercial de este exportador de materias primas baja paulatinamente en un contexto en el cual el gobierno sostiene el precio de la moneda local y de algunos bienes y servicios. En 2011, el excedente fue de 10.347 millones de dólares, un 11% inferior al de 2010.

El país registra además una fuga de capitales y para afrontarla, el gobierno puso en práctica una serie de duros controles sobre la compraventa de divisas que reactivaron el mercado paralelo, en donde el peso está notoriamente depreciado si se compara con la cotización oficial.

"Argentina trata de corregir un desequilibrio macroeconómico", argumentó Claveri. "Sus restricciones, que en 2011 eran específicas, en 2012 se volvieron universales y discrecionales", señaló.

El gobierno argentino decidió obligar a todos los importadores a rellenar declaraciones juradas de sus compras y se da un plazo legal de diez días antes de autorizar el ingreso de las mercaderías, lo que ha provocado encontronazos con sus socios del Mercosur y con países extrazona.

A esta medida se agregan otras limitaciones informales. Para exportar a Argentina, muchas empresas deben comprometerse a importar productor argentinos desde otros países, o invertir en el país para no ver sus productos bloqueados en las aduanas.

Entre los casos más conocidos, el fabricante alemán de automóviles Porsche tuvo que comprometerse a comprar vino y aceite de oliva argentino para ingresar unos 100 vehículos. El fabricante de teléfonos canadiense BlackBerry anunció la apertura de una unidad de producción en Tierra del Fuego (sur) para poder continuar vendiendo sus aparatos.

"La OMC es lenta", explica Claveri. "El panel de expertos podría llevar dos años. Es largo para una política comercial tan cambiante como la Buenos Aires", enfatizó.

Según los analistas, Argentina deberá mostrar que abandona por etapas esta política comercial discrecional.

Para eso, podría verse ayudado por ventas de soja más importantes en 2013. Según abeceb.com, el estado federal recibirá unos 5.000 millones de dólares adicionales el año que viene por ese concepto.