Los diputados irlandeses votan la liquidación del Anglo Irish Bank

Los diputados irlandeses votaron en la noche del miércoles a favor de la liquidación del Anglo Irish Bank, nacionalizado en 2009 después de hundirse durante la crisis financiera.

Los diputados irlandeses votaron en la noche del miércoles a favor de la liquidación del Anglo Irish Bank, nacionalizado en 2009 después de hundirse durante la crisis financiera.

Los diputados aprobaron el proyecto de ley por 113 votos a favor y 36 contra.

Los activos del banco serán trasferidos a la NAMA (Agencia Nacional de Gestión de Activos), el 'banco malo' creado en Dublín durante la crisis financiera para aliviar a los bancos del país de sus activos tóxicos.

El ministro de Finanzas, Michael Noonan, se vio obligado a presentar el proyecto de ley en el Parlamento con carácter de urgencia en la noche del miércoles para "asegurar la estabilidad" del banco, rebautizado oficialmente Irish Bank Resolution Corporation (IRBC).

En cuanto saltó la noticia de la liquidación, "actué de inmediato para garantizar la estabilidad del banco y el valor de sus activos, evaluados en 12.000 millones (de euros), en nombre del Estado", explicó Noonan.

El desmantelamiento del Anglo Irish Bank requiere el aval del Banco Central Europeo (BCE). El gobernador del Banco Central irlandés, Patrick Honohan, participaba el miércoles en una reunión en la sede del BCE en Fráncfort, antes de una reunión oficial este jueves.

Lastrado por sus préstamos inmobiliarios de riesgo, el Anglo Irish Bank, que en 2010 registraba pérdidas de 17.650 millones de euros, se hundió durante la crisis financiera, pero el Estado se comprometió a garantizar sus activos para evitar su quiebra.

El banco se fusionó con la Irish Nationwide Building Society (INBS), también golpeado por la crisis bancaria, y pasó a llamarse Irish Bank Resolution Corporation (IRBC) con la misión de liquidar de forma progresiva sus activos en un lapso de unos diez años. La entidad se sigue conociendo con el nombre de Anglo Irish Bank.

Irlanda pidió ayuda a finales de 2010 a la Unión Europea, al BCE y al Fondo Monetario Internacional. El plan de rescate contemplaba 85.000 millones de euros de ayudas en tres años a cambio de aplicar dolorosas medidas de austeridad.

Más de 30.000 millones de euros fueron previstos entonces para reflotar el Anglo Irish Bank y la INBS.