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La cumbre de la UE sobre el presupuesto al borde del fracaso

El presidente francés, François Hollande (I) y la canciller alemana Angela Merkel, durante la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, sobre el presupuesto 2014-2020, el 22 de noviembre de 2012 en Bruselas.

Los dirigentes europeos deberán hacer gigantescas concesiones si quieren alcanzar este viernes un acuerdo sobre el presupuesto 2014-2020, pero las posibilidades se disipan y ya Alemania y Francia anunciaron un probable fracaso.

La Cumbre de 27 jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea culminó una hora después de haberse iniciado y "se reanudará el viernes a las 12H00 (11H00 GMT)", anunció su presidente, Herman Van Rompuy.

La idea es darles a los gobiernos tiempo para estudiar la nueva propuesta de Van Rompuy, que corrige un proyecto de la semana pasada.

"La propuesta que pongo sobre la mesa es un presupuesto de moderación. Los tiempos lo piden", declaró Van Rompuy.

Pero Francia y Alemania alejaron toda posibilidad de un acuerdo tras conocer la propuesta.

"Creo que avanzaremos un poco pero dudo de que lleguemos a un acuerdo", declaró la canciller alemana Angela Merkel. "Las posiciones están muy alejadas unas de otras".

El presidente francés François Hollande afirmó por su parte que lo "más probable" es que no haya acuerdo.

Durante la jornada Van Rompuy mantuvo reuniones con cada uno de los mandatarios para escuchar sus demandas y sus "líneas rojas".

El primer ministro británico, David Cameron, fue el primero en iniciar la serie de reuniones bilaterales, llamadas "confesionario". No es casualidad. Cameron fue quien amenazó con vetar el paquete presupuestario en caso de que sus exigencias de recortes no quedaran satisfechas.

Ni bien llegó a Bruselas, el primer ministro británico anunció su intención de defender a los contribuyentes británicos.

"En momentos en que estamos tomando decisiones difíciles en casa sobre el gasto público es un gran error hacer propuestas para aumentar el gasto en la UE", precisó.

En las últimas semanas, Londres amenazó a Bruselas con vetar un posible acuerdo en la cumbre europea si no se realizaban más recortes y se mantenía intacto el "cheque británico" vigente desde 1984, que compensa al Reino Unido por las subvenciones agrarias que reciben otros países de la UE.

Poner los fondos comunitarios suficientes en el presupuesto para estimular el crecimiento o recortar gastos en tiempos de crisis: el asunto causa fisuras hasta en las instituciones europeas (Consejo Europeo, Comisión Europea y Parlamento Europeo).

El acuerdo es muy difícil con 27 países, en situación económica muy distinta, que quieren la mejor tajada de la torta de un paquete presupuestario que equivale al 1% del PIB de la UE.

El nuevo plan reemplaza otra propuesta que Van Rompuy hizo la semana pasada pero la totalidad de recortes es la misma: casi 80.000 millones de euros menos del presupuesto de más de un billón de euros elaborado por la Comisión Europea, es decir 972.000 millones de euros.

La diferencia es que los tijeretazos ahora están distribuidos en forma distinta: recortes en los fondos de cohesión de ayuda a las regiones de casi 20.000 millones de euros (en lugar de casi 30.000) y en la Política Agrícola Común (PAC) en cerca de 17.000 millones de euros (de 25.000 millones).

Si bien la propuesta fue alentada por los contribuyentes netos (los que ponen más fondos en el presupuesto) liderados por Berlín, los "amigos de gastar menos y mejor" como Dinamarca, Suecia, Austria, Holanda y Finlandia quieren aún más recortes, aduciendo que la misma austeridad que se pide en las cuentas nacionales debe aplicarse en los gastos europeos.

Reino Unido pidió expresamente recortes adicionales por 40.000 millones de euros, señaló una fuente europea.

Este grupo choca con los intereses de los "amigos de la cohesión", entre ellos España e Italia, que piden que se tenga en cuenta la situación de los países más afectados por la crisis.

España quiere un presupuesto "razonable", sobre todo en cohesión y agricultura, declaró Rajoy, que precisó sin embargo que "no sería un drama" si no se alcanzara un acuerdo en esta cumbre.

Los recortes serán otro golpe más para la economía española que acumula 15 meses consecutivos de caída del PIB y tiene a la cuarta parte de la población activa en el paro.