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El coste total del accidente de Fukushima puede llegar a 100.000 millones

El coste del accidente de la central nuclear de Fukushima, causado por el tsunami del 11 de marzo de 2011, podría alcanzar los 100.000 millones de euros, el doble de lo previsto según la sociedad TEPCO, que administra la central.

El coste total del accidente de Fukushima, incluyendo la descontaminación y las indemnizaciones a las víctimas, podría alcanzar 10 billones de yenes (100.000 millones de euros, 125.000 millones de dólares), el doble de lo previsto, según la sociedad TEPCO, que administra la central nuclear destruida por el tsunami del 11 de marzo de 2011.

La catástrofe de Fukushima, la más grave del sector desde la de Chernóbil (Ucrania) en 1986, provocó voluminosas emisiones radiactivas en el aire, los suelos y las aguas de la región y obligó a unas 100.000 personas a abandonar sus viviendas.

La suma de 10 billones de yenes, que de momento no es más que una hipótesis, no incluye los costes de desmantelamiento de los cuatro reactores dañados en la instalación.

Las operaciones durarán unos 40 años y requerirán el desarrollo de nuevas tecnologías, así como la formación de miles de técnicos.

"Tenemos que discutir las necesidades con el gobierno, según varias escenarios", declaró este miércoles el presidente de TEPCO, Kazuhiko Shimokobe, en relación al riesgo de que el monto de 5 billones de yenes previsto anteriormente por el grupo pudiera duplicarse.

"De momento no sabemos cuál será el coste total, porque estamos revisando las cifras de descontaminación y las compensaciones cada trimestre, pero si supera los 5 billones de yenes, la empresa lo pasará mal", advirtió.

Como prueba de buena voluntad, la compañía ha prometido ahorrar más de 3,3 billones de yenes (32.900 millones de euros, 42.000 millones de dólares) en diez años.

TEPCO añadió que serán necesarios más fondos del Estado para retirar el combustible fundido y efectuar otras intervenciones vinculadas con el desmantelamiento de la instalación nuclear.

No obstante, es probable que el grupo revise varias veces sus previsiones, ya que de momento, no se ha decidido nada sobre los dos reactores que se salvaron de la catástrofe en Fukushima Daiichi, ni sobre los cuatro de la segunda central, Fukushima Daini, de esta prefectura del noreste de Japón.

La compañía prevé además crear en la región de Fukushima una sede dedicada a la gestión del siniestro, una opción que le permitirá ahorrar algo de dinero.

También se pondrá en marcha un centro de investigación para idear las técnicas necesarias en la limpieza del sitio y sus alrededores.

La compañía, que fue nacionalizada este verano, es incapaz de asumir por sí sola el coste del desastre.

No sólo está obligada a indemnizar a más de un millón y medio de víctimas y a depreciar masivamente sus activos, sino que también tiene que seguir aprovisionando el este de Japón, incluyendo Tokio. Para ello tendrá, que hacer funcionar a pleno rendimiento sus centrales térmicas y, por tanto, gastar sumas astronómicas en la compra de gas y petróleo.

El coste global del drama de Fukushima, que de momento no ha causado ningún muerto por irradiación, superará en cualquier caso y de lejos lo que paguen TEPCO o el Estado japonés.

En teoría, habría que incluir todos los efectos colaterales (sobre el comercio, la industria o el sector turístico) y no sólo en la prefectura de Fukushima, sino en todo el país.