Centroamérica acuerda relanzar la integración económica

Los presidentes de Centroamérica acordaron el jueves fortalecer la integración económica de cara a la apertura comercial con la Unión Europea (UE), en una cumbre que marcó el traspaso de la presidencia pro-témpore del bloque regional de Nicaragua a Costa Rica, enfrascados en tensiones limítrofes.

Se acordó "someter al sistema a una revisión profunda que nos permita su relanzamiento" de la integracion económica, anunció el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, al dar a conocer cuatro declaraciones aprobadas en la Cumbre, celebrada en Managua.

Los presidentes convinieron impulsar una reforma del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) para garantizar su "eficiencia".

El acuerdo pretende insertar la región con éxito en el mercado europeo una vez que entre en vigor, en 2013, el acuerdo de asociación con la UE, que abarca a 500 millones de habitantes.

Este es el tercer acuerdo comercial de importancia que la región pondrá en marcha de manera unificada, después de los tratados suscritos con Estados Unidos y con México.

Según la Comisión Europea, la UE y Centroamérica tuvieron un intercambio comercial de 8.000 millones de euros en 2011, flujo que, según las estimaciones oficiales, podría aumentar un 30% cuando entre en vigor el pacto, ratificado por el Parlamento Europeo el martes.

Nicaragua, una de las naciones más pobres del hemisferio, es el único país centroamericano que ha ratificado el tratado con la UE.

Los presidentes también revisaron la reciente integración al SICA de Panamá, la economía más pujante (10,5%) de la región, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que estima para Centroamérica un crecimiento del 4,2% este año.

Existe "la voluntad de seguir fortaleciendo este proceso, ahora con un mayor compromiso de parte de Panamá que va hacia la incorporación plena" del bloque, afirmó Ortega.

A la cumbre asistieron los presidentes Otto Pérez (Guatemala), Mauricio Funes (El Salvador), Ricardo Martinelli (Panamá) y Porfirio Lobo (Honduras), pese a que su país afronta problemas políticos internos.

Los presidentes expresaron su respaldo a Lobo ante el riesgo de que Honduras, sacudida por un golpe de Estado en 2009, caiga en una crisis institucional porque el Congreso destituyó a cuatro jueces que fallaron contra la depuración de la policía, infiltrada por el crimen. Los mandatarios destacaron "el compromiso y esfuerzo" del gobierno de Lobo por procurar "el fortalecimiento de las instituciones" en Honduras, subrayó un declaración.

En otra declaración especial, los presidentes se solidarizaron con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez frente a su crisis de salud, y le expresaron "un sincero deseo de una recuperación pronta y plena".

Al terminar la reunión, Ortega entregó la presidencia del SICA -de seis meses- al ministro de Relaciones Exteriores costarricense, Enrique Castillo, debido a que la mandataria, Laura Chinchilla, decidió no asistir a ninguna reunión en Managua mientras Nicaragua estuviera al mando. "Entrego este símbolo de integración y de unidad al canciller" para que "lo entregue a Laura Chinchilla y le comunique" que Nicaragua sí asistirá a sus reuniones, dijo Ortega.

La cita tuvo como telón de fondo las tensas relaciones entre Nicaragua y Costa Rica, en disputa por un diminuto territorio fronterizo, ya planteado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Los mandatarios también discutieron acerca de la lucha contra la pobreza y aspectos de seguridad de la región, considerada por la ONU la zona sin conflicto bélico más violenta del mundo, principalmente por la acción del narcotráfico, confirmo el mandatario.

Exhortaron, asimismo, a Estados Unidos a que otorgue el Estatus de Protección Temporal (TPS) a miles de inmigrantes guatemaltecos como "un gesto de solidaridad" tras el terremoto del pasado 7 de noviembre.

El SICA fue constituido hace 21 años por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá y luego se adhirió República Dominicana.